Enrique Gil escribió su poesía entre 1837 y 1840 y, como otros muchos poetas, publicaba sus composiciones en periódicos y revistas de la época, donde quedaron dispersos y olvidados. Tras su muerte prematura en 1846 —desamparado y lejos, sus libros y papeles personales fueron subastados en Berlín para pagar deudas—, pasaron casi treinta años hasta que amigos comunes como Joaquín del Pino, “hermano político de nuestro autor”, y Augusto de Cueto, “amigo cariñoso de Gil”, encargaron a Gumersindo Laverde Ruiz esta edición y le facilitaron los poemas y las colecciones de los diarios donde habían sido publicados, de modo tal que “poco frutos de su privilegiado ingenio se habrán escapado a nuestras diligentes pesquisas”, dice el editor.
“Hános parecido tarea digna y honrosa la de reunir en colección los varios e interesantes escritos de aquel malogrado ingenio, salvándolos así del peligro de desaparecer para siempre”. Laverde Ruiz acertó plenamente; además de los treinta y dos poemas, su edición incluye “la biografía del autor, escrita por su hermano D. Eugenio y por nosotros adicionada mediante algunas notas, tres poesías del mismo, consagradas a su recuerdo, otra en octavas reales del Sr. D. Fernando de la Vera é Isla, y, por último, una epístola del Sr. D. Eulogio Florentino Sanz, dedicada á conmemorar el dia en que falleció el simpático y tiernísimo cantor de La violeta”.
Poesías Líricas fue publicado por Casa Editorial de Medina y Navarro de Madrid en 1873; desde entonces es difícil de encontrar. En 2015, Paradiso_Gutenberg y eBooksBierzo publicaron esta joya bibliográfica que hace las delicias de los aficionados a Gil como parte de la Biblioteca Gil y Carrasco.