Biblioteca Enrique Gil

Martes románticos

26_El misterioso valle de Agadán

Martes romántico 26

¿Por qué Gil menciona en San Goar, a orillas del Rhin, el valle de Agadán, que no es precisamente el más conocido o singular del Bierzo?

En su camino desde Madrid hasta Berlín, el recién nombrado Secretario de Legación en Prusia, don Enrique Gil y Carrasco, más conocido entre nosotros como poeta y novelista, se entretiene hasta el punto de que tarda cinco meses en llegar. Quizás el viajero, gravemente enfermo, es consciente de que está viviendo su Grand Tour, a la manera de Byron, y como su admirado inglés, Gil sigue la ruta del Rhin, río arriba.

A cada paso por las riberas del Rhin, todo le recuerda El Bierzo. El 11 de septiembre de 1845 en San Goar, Gil anota en su Diario: “En el barco de vapor me he encontrado con los mismos ingleses que dejé en Godesberg, cosa que no esperaba, y como ya conocidos, hemos subido juntos a Rheinfels, desde donde se goza una vista deliciosa con el gato y el ratón por delante, el río a los pies y a la espalda un valle angosto, pero lindo, con un arroyo en el fondo, que parece vivo retrato del de Agadán en El Bierzo.

¿Por qué Gil menciona en este punto el valle de Agadán, que no es precisamente el más conocido o singular del Bierzo? Muy cercano a Ponferrada –se puede llegar a pie en tres horas, como seguramente hizo Gil en alguna excursión–, Agadán es un poblado de origen judío, agregado desde el siglo XVII a Valdecañada y hoy abandonado. El valle que Gil menciona es el del arroyo de Valdecañada, afluente del Oza, río de Peñalba y el Valle del Silencio.

Lo llamativo de la mención del viajero es el origen judío del pueblo –véase el documental Sefarad, caminos y vida (2004), de Margalit Matitiahu, sobre los hebreos leoneses– y la leyenda de brujería: “Hasta el Campo de las Danzas volaban periódicamente todas las brujas del contorno para bailar, al son de la chifla y en presencia de un macho cabrío. Solo se habla de una excepción: la bruja de los molinos de Agadán, de quien cuentan que desertó de su condición, porque, prendada de un joven galán, al que no conseguía enamorar, terminó implorándole ayuda a la Virgen de la Encina, y como gracias a Ella obtuvo su amor, acabó colgando la escoba.” [Jovino Andina, De lugares mágicos y legendarios].

El grupo berciano Rapabestas le dedicó el tema Meigas de Agadán, himno del Campeonato Mundial de Ciclismo Ponferrada 2014, pero eso ya no tiene nada que ver con el viaje de Gil.

 

Fotos: Paisajes de Agadán, de Juan Manuel López Gay

Enlaces wiki románticos:
Documental Sefarad, caminos y vida

Rapabestas: Meigas de Agadán

Visitar Biblioteca Gil y Carrasco
A la venta en las principales librerías. Distribuye: Latorre Literaria

GALERÍA: Agadán

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