La revista El Laberinto fue la última estación periodística de Enrique Gil, donde comparte redacción con Campoamor, Carolina Coronado, Gómez de Avellaneda, Mesonero, Duque de Rivas, y escribe desde otoño de 1843 a primavera de 1844, antes de partir hacia Berlín.
En El Laberinto, Gil retoma la crítica teatral y literaria y envía desde París dos crónicas de viaje que serán sus últimos artículos.
En otoño de 1843, a punto de acabar la novela El Señor de Bembibre, Gil regresa a los orígenes y retoma la crítica teatral, a la que había dado páginas gloriosas, en una publicación nueva, El Laberinto «periódico universal», editado por Antonio Flores, discípulo de Mesonero Romanos, y A. Ferrer del Río. La publicación ha sido estudiado por Dawn Logan (An index of Laberinto, 1934).
Los editores deciden dar más espacio al teatro que el Semanario Pintoresco y cuentan con Gil como crítico teatral desde el primer número. Nuestro autor obsequia a sus lectores con once Revistas de la quincena (“A sort of pot-pourri”, dice Logan), hasta abril de 1844 en que se despide con un artículo que merece en el número siguiente un encendido elogio del director, Flores. Al mes siguiente, Gil deja definitivamente Madrid y el 20 de mayo embarca rumbo a Marsella, camino de Berlín.
Pero El Laberinto no fue una revista cualquiera, sino una publicación de referencia (con un formato bien distinto al descomunal de El Sol: 234 x 340 mm., a tres columnas. Como antes en El Pensamiento, en esta última estación literaria, Gil comparte redacción con Alcalá Galiano, Bretón de los Herreros, Ramón de Campoamor, Carolina Coronado, García Tassara, Gómez de Avellaneda, Hartzenbusch, Madrazo, Mesonero Romanos, Duque de Rivas... [Descargar el nº 1 de El Laberinto]
La postrera ocupación de Gil como periodista es quizá la más ligera; son reseñas breves, que le permiten seguir en el mundillo teatral, asistir en primera fila a los estrenos y participar de la vida social madrileña, pero su mente está ya en Berlín, estudiando alemán seis horas al día y preparando concienzudamente su viaje del que aún rinde a los lectores de El Laberinto sus dos últimos trabajos como periodista, camino de Berlín: Viaje a Francia y Rouen (agosto y septiembre de 1844).
He aquí sus 16 publicaciones en El Laberinto: