Martes romántico, núm. 5:
Gil y Carrasco desempeñó su carrera como periodista primero en El Correo Nacional y en el Semanario Pintoresco, así como en El Pensamiento, aventura literaria promovida por Espronceda, donde Enrique tuvo un papel relevante como colaborador y editorialista.
En mayo de 1842 muere Espronceda y Gil aparta el periodismo y se centra en la redacción de El Señor de Bembibre. En 1843, huérfano de Espronceda y algo enfermo, Gil andaba desorientado y en su vida se cruza de nuevo la política en el camino de la literatura: caída de Espartero y regencia de Isabel II.
Entre febrero y abril, El Sol publica desordenadamente los ocho capítulos del Bosquejo: en efecto, era un diario ilegible y de pobre apariencia, tenía 52 cms. de alto, formato sábana a la manera de los periódicos ingleses, ninguna ilustración, ninguna gracia o asomo de diseño; los artículos de Gil salen en columnas verticales ocupando toda la caja de arriba a abajo, corridas, sin un ladillo, sin un espacio en blanco. El folletín del Bosquejo concluye sin pena ni gloria el 27 de abril y dos días después, el 29 de abril de 1843, El Sol publica su último número, 139, y cierra. De nuevo a la intemperie.
Véase también Viaje a una provincia del interior